Este informe pretende ofrecer un resumen básico de los principales tipos de fibra de acero que se comercializan bajo el nombre de distintas casas comerciales y que se emplean para la ejecución de una solera de hormigón de altas prestaciones.
Los principales criterios con los que debemos familiarizarnos a la hora de optar por la utilización de un tipo u otro de fibra de acero son los siguientes :
Las fibras de acero se han clasificado en cuatro grupos:
1.- Con extremos en gancho
2.- Onduladas de sección circular
3.- Onduladas planas
4.- Otras.
Por la importancia y los estudios que se han desarrollado en los dos primeros grupos, nos centraremos en ellos y descartaremos , para el empleo en una solera de hormigón, los grupo 3 y 4 , por encuadrarse en ellos, aquellas fibras que tienen una geometría diversa, caras desiguales en forma y textura y poco o nada desarrollado su estudio en laboratorio o en obra.
Tipo 1: (Las fibras de gran esbeltez y alto contenido de unidades de fibras por kg)
Constituye en tipo de fibra de mejores prestaciones, debido a su gran esbeltez (60 mm / 0,75 mm = 80) y a su alto porcentaje en volumen de fibras (del orden de 5.200 fibras/kg). Su resistencia a la tracción es de 1.100 N/mm² (mínimo). Además, este tipo de fibra, atendiendo al fabricante que las suministre, se puede presentar encolada en forma de peines (cola soluble en agua). Con respecto a la solución de suministrarla encolada o no, hay ventajas e inconvenientes que nos pueden llevar a decantarnos por un fabricante u otro.
Tipo 2: (Las fibras de menor esbeltez y menor contenido de unidades por kg)
Es un fibra de extremos en forma de gancho, suministrada suelta (no encolada) y con una esbeltez menor que la anterior (entre 45 y 60), debido a su mayor diámetro (1 mm) que le confiere una mayor resistencia a la tracción (del orden de 1.450 N/mm²), pero que supone un menor porcentaje en volumen de fibras (del orden de 2.600 fibras/kg).
Los dos tipos anteriores constituyen los principales tipos de fibra de acero empleados en el refuerzo del hormigón. Su análisis mediante ensayos ha permitido su caracterización mecánica y su incorporación a los métodos de cálculo y diseño estructural de pavimentos. Se producen mediante un proceso de trefilado en frío (estirado mecánico) que no afecta a la estructura molecular del acero.
Este tipo de fibras puede, a su vez, clasificarse en otros dos grupos:
Si bien el uso en laboratorio de estas fibras mejora la adherencia con el hormigón, en la realidad se producen dificultades en el mezclado (erizos) que las hacen poco recomendables y adecuadas en su uso estructural. Además, si bien su resistencia a tracción es ligeramente inferior a las fibras rectas, su comportamiento bajo tensión conlleva un estiramiento previo a su capacidad de ser traccionadas, lo que reduce su aporte mecánico al hormigón.
El porcentaje en volumen ofrecido para esta fibra ronda las 3.000 unidades/kg y su resistencia a tracción es del orden de 1.000 N/mm².
Nota: Estos apuntes se han obtenido de reuniones con técnicos de ArcelorMittal con la idea de dar mayor información del producto.